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Crónicas y Recuerdos de Jesús Nazareno de Candelaria 1891-1900

Crónicas y Recuerdos de Jesús Nazareno de Candelaria

1891-1900

Jesús de Candelaria 01

Las crónicas y recuerdos de las procesiones de Jesús de Candelaria parten como un derivado del proyecto de Fernando Urquizú Las nuevas formas de expresión y difusión del arte en el Siglo XX en las procesiones de Pasión en Guatemala. Tesis doctoral. Facultad de Filosofía y Letras. Universidad Nacional Autónoma de México. México. 2008. En este discurso historiográfico se explicó la renovación  de las procesiones de Pasión en Guatemala, como un reflejo de la reorganización de la Iglesia Católica Romana planteada en el pontificado del Papa León XIII, teniendo como objetivo la sobrevivencia del catolicismo en los Estados liberales.

Jesús de Candelaria 01

Este primer escrito fue enriquecido con una valiosa colección de turnos y fotografías conservados por el licenciado Erick Espinoza Folgar que comenzaron a dar forma al ser confrontadas con recuerdos recogidos de experiencias personales y la tradición oral respecto del desarrollo de la tradicional procesión de Jueves Santo, sin dejar de lado una perspectiva eminentemente académica basada en aportes documentales que paulatinamente fueron dando forma a esta exposición, que arranca en la última década del siglo XIX debido a que ya ha sido ampliamente estudiada la vida de la imagen en la época colonial, refiriendo muy poca información desde la fundación de la actual Hermandad de Jesús Nazareno de Candelaria y menos relacionada con el entorno socioeconómico que ha desarrollado su pervivencia en el ideario nacional expresada en la gran manifestación externa de fe Jueves Santo.

En la presente exposición la primera referencia visual que tomaremos en cuenta con las reservas del caso es una pintura de Jesús Nazareno de Candelaria, identificada con las reservas del caso por el historiador Miguel Alvarez Arévalo en su obra: Jesús de Candelaria en la Historia el arte y la tradición de Guatemala. Impresos Industriales, Guatemala, 1983, pp. 68 y 119 como un retrato de Jesús de Candelaria, pintura anónima del Siglo XVIII, retomada en una fotografía contemporánea de Manuel Morales Hernández.

Esta obra de arte puede ser fácilmente asociada a la imagen que figura en la patente publicada en la revista Cristo Rey Bodas de Oro. Litografía Díaz Paiz. Guatemala, 1977, p.33, fechada el 31 de marzo de 1812, siendo cura párroco de esta iglesia D. Antonio Croker y Mayordomo Pasucual Baylon Saravia.

Esta pintura y el documento citados, se convierten en principales evidencias históricas que nos refieren directamente el desarrollo del culto a Jesús Nazareno de Candelaria en el Siglo XIX, no alterado por la independencia política de España en 1821,, la fundación de la República de Guatemala en 1847, ni la Reforma Liberal de 1871, que restringió el culto católico pero al revisar las fuentes de hemerografía correspondientes podemos advertir que las procesiones en general siguieron saliendo. En el caso particular de la de Jesús Nazareno de Candelaria, se buscaron dispensas correspondientes, para llevar a cabo el tradicional desfile sacro de Jueves Santo, que figura, varios años a pesar de la política anticlerigal liberal de Juesto Rufino Barrios y sus sucesores más radicales como Manuel Lizandro Barillas que incluso expulsó al arzobispo de Guatemala electo en 1885 Ricardo Casanova y Estrada.

Jesús de Candelaria

A pesar de los rudos golpes en contra de la organización de la Iglesia Católica local, el Papa León XII, publicó en mayo de 1891, su encíclica RERUM NOVARUM –Sobre la situación de los obreros- En la que reconoce formalmente los cambios en el mundo material y las relaciones sociales de producción, que no impiden el aprecio de la vida espiritual y cristiano como inherentes al pensamiento humano que lo identifican como tal, inspirando a utilizar los recursos propios del mundo para alcanzar la equidad entre pobres y ricos. (Consultada versión vía Internet)

Este documento clave como parte de los muchos que dirigió al mundo este Papa, hizo que la Iglesia se transformara paulatinamente para acomodarse en los estados liberales, a pesar de casos difíciles como el de nuestro país que debió reorganizarse desde sus cimientos.

Este proceso comenzó a llevarse a cabo en el caso particular de la Iglesia de Candelaria, según podemos inferir de un comunicado ubicado por el investigador Douglas Aníbal Ruiz que afirma en el Diario de Centro América. Vol. LVIII. No. 3113. Guatemala, jueves 7 de abril de 1892. Página 2: “Curatos. El presbítero Mariano Iturbide ha sido designado por la Curia Eclesiástica para servir el curato de Candelaria en esta ciudad y que servía en esta parroquia, presbítero Fr. Salvador Medrano, que fue trasladado a la parroquia del Sagrario.

Dicha reorganización también fue reforzada por una nueva forma de reproducción de las ideas, manifiesta en la imprenta cuyas imágenes y discursos eran enviados a los fieles por un eficiente servicio postal desarrollado por el Estado Liberal, lo que favoreció la puesta en circulación de varias publicaciones periódicas como la dirigida por Jesús Fernández La Semana Católica, cuyo contenido es comentado por el historiador Ricardo Bendaña Perdomo en su obra: La Iglesia en Guatemala. Artemis Edinter. Guatemala, 2001, p. 97, afirmando que dicho semanario comenzó a circular en 1892, inspirado en La Croix o L’Universe de París, nutriéndose de colaboradores locales de artículos y noticias del Catholic Times, que destacaba el progreso del catolicismo en Estados Unidos, que comenzaba a servir de ejemplo en la reconquista del poder ideológico en estados totalmente liberales.

Esta publicación incluyó algunas crónicas de Semana Santa de donde pueden extraerse algunas de la procesión de Jesús Nazareno de Candelaria, que consiguen concatenarse al estudio de otras fuentes como estampas impresas y fotografías, obteniendo como resultado un nuevo punto de vista del tema que ahora nos ocupa. En las ilustraciones de este enunciado podemos apreciar un detalle de su capilla derivado de una fotografía tomada hacia 1875 por Eadweard Muybridge, digitalizada y publicada en el sitio facebook de Miguel Álvarez Arévalo, que nos aproxima a como lucia el exterior de este recinto sacro edificado para la veneración de Jesús de Candelaria en aquellos tiempos. 

Jesús de Candelaria

 

Jesús de Candelaria 

En este contexto podemos inferir un fortalecimiento del catolicismo durante el gobierno del General José María Reyna Barrios (1892-1998), gracias a la apertura política de su gobierno y su preocupación por la difusión del arte y la defensa de la cultura local, que lo llevaron a escrbirse a la Convención de Berna, respetando las manifestaciones populares de fe, expresadas en las procesiones de Pasión.

Tomado del Libro Crónicas y Recuerdos de Jesús Nazareno de Candelaria Escrito por: Dr. Fernando Urquizú y Erick Espinoza. Escuela de Historia - Universidad de San Carlos, CIAG.


En el contexto mundial el Santo Padre León XII hizo lo suyo accediendo a ser filmado en una película en 1896, rodada por la casa Lumiere de París. El mundo conocía su figura bajo una nueva perspectiva en acción irradiando sus bendiciones a las grandes masas fuera del Vaticano y las iglesias abriendo un nuevo horizonte en el proceso de evangelización.

La apertura política del presidente Reyna Barrios también permitió el regreso del Arzobispo Casanova y Estrada al país en 1897 y en el caso particular de la iglesia de Candelaria procedió a la reorganización de la antigua Hermandad de Jesús Nazareno, según podemos deducir del siguiente documento: 

“Patente de la Hermandad de Jesús Nazareno de Candelaria” publicada por la Asociación de devotos cargadores de la Consagrada Imagen de Jesús Nazareno de Candelaria. Revista. 75 años de consagración. Sin identificación editorial. Guatemala, 1992, p. 9, que afirma al final del escrito citado: Para constancia, damos la presente con el previo permiso del Ilustrísimo Señor Arzobispo Ldo. Don Ricardo Casanova y Estrada se reorganiza esta antigua hermandad de Jesús Nazareno de la Iglesia de Nuestra Señora de Candelaria, en Guatemala, á 15 de Enero de 1898.

Párroco
J. Mariano Iturbide.
Secretario,
Pio Melgarejo
Primer Mayordomo,
Nicolás L. Morales.
Segundo Mayordomo
Paulino Melgarejo.
Junta Directiva de la Hermandad de Jesús Nazareno de Candelaria.
Guatemala, C. A.
Foto impreso anónimo con el retrato del arzobispo Casanova y Estrada bajo cuya dirección se reorganizó
la Hermandad de Jesús de Candelaria en aquel año según documento citado anteriormente.

Jueves Santo 26 de marzo de 1891

El desarrollo de la procesión de este Jueves Santo es perceptible en la programación de las mismas publicada en el Diario de Centro América. Año XII II Época. Vol. LII. N° 2810 Guatemala, lunes 23 de marzo de 1891, p 2.

Jueves Santo 14 de abril de 1892

A un mes de haber tomado el mando el presidente José María Reyna Barrios, quien dio una apertura de expresión a la cultura nacional. El desarrollo de la tradicional procesión de Jueves Santo de Jesús Nazareno de Candelaria figura en el programa de actividades de Semana Santa, de aquel año en el diario La República. Año. No. I. Domingo 10 de abril de 1892, pág. 3. Edición Dominical No. 3, bajo la siguiente nota de expectación evidencia material que nos permite inferir la importancia alcanzada desde aquel año, bajo la dirección del recién nombrado vicario y párroco de Candelaria. CANDELARIA. A las 7 a.m. Oficios.; a las 3 p.m. lavatorio y sermón predicado por el presbiterio don Mariano Iturbide y en seguida saldrá la procesión de Jesús Nazareno que recorrerá la estación acostumbrada.


Jueves Santo 30 de marzo de 1893

El mismo diario: La República. Año No. II. Lunes 3 de abril de 1893, pág. 2 No. 510, respecto del tema que ahora nos ocupa: “Por la tarde del Jueves salió la procesión de Jesús de Candelaria que recorrió una larga estación regresando a su Iglesia a eso de las once de la noche. Una banda de música costeada por los devotos de la imagen la acompañó en la procesión tocando piezas a propósito.”

Jueves Santo 22 de marzo de 1894

Jueves Santo por la tarde Oficio de Tinieblas en la Catedral y procesión de Jesús de Candelaria. La Semana Católica. Año II, Vol. II, No. 94. Guatemala, 17 de marzo de 1894, pág. 332.

Jueves Santo 11 de abril de 1895

Este año La Semana Católica. Año III, Vol. III, No, 149. Guatemala, 6 de abril de 1895, pág. 373, nos hace la siguiente crónica: “Solemne y devota fue la procesión de Jesús de la Candelaria, que con su larga cruz y magnífica túnica vino por varias calles desde la parroquial de su nombre en un extremo de la ciudad hasta el centro, pasando la plaza mayor al pie de la catedral y regresando al punto de partida ya bien entrada la noche precedida de varias otras imágenes y multitud de “Penitentes” vestidos de color morado y que llevaban las Estaciones del Vía Crucis y banderas.

Jueves Santo 2 de abril de 1896

El desarrollo de la procesión este Jueves Santo podemos inferirlo de la crónica de Semana Santa publicada en el Diario de Centro América, Vol. XCI 6 de abril de 1896 N° 4276 P. 1, que afirma: “Tres procesiones fueron buenas, la de Candelaria, la de Jesús Nazareno de la Merced y el Santo Entierro de Santo Domingo. Salió Resurrección del Calvario y Santa Catalina.”

Jueves Santo 15 de abril de 1897

En este año no se encontró ninguna evidencia documental, sin embargo, la procesión debió haberse realizado sin ningún contratiempo porque su desarrollo es retomado el año siguiente, bajo nuevos parámetros que deben haberse fraguado desde este año ya que fue reorganizada la antigua Hermandad de Jesús Nazareno de Candelaria el año siguiente por orden del arzobispo Ricardo Casanova. 

Jueves Santo 7 de abril de 1898 

La descripción de la procesión de Jesús Nazareno de Candelaria de este año fue localizada en la publicación periódica dirigida por Jesús Fernández La Semana Católica. Tomo VI. Año VI. Guatemala, 1898. p.374. que nos relata:

Jesús de Candelaria

“A las cuatro de la tarde salió de la Candelaria la procesión de Jesús con la cruz a cuestas. Las calles se
encentraban cubiertas de hojas de pino y adornadas con cortinas en los balcones. Los penitentes usaban
túnicas y capuz de color morado, algunos cargaban un cono en la cabeza, sosteniendo los catorce
estandartes del Viacrucis; banderas; alabardas y atributos. La imagen de Jesús Nazareno fue el centro de
atención: “…posaba sus pies sobre rico almohadón; y ostentaba nueva y regia túnica de terciopelo color
violado, que hacia resaltar los magníficos bordados en oro…” “Ya de noche a las nueve p.m. regresó la
procesión a la Candelaria.”

Jesús de Candelaria Jesús de Candelaria


El relato encaja perfectamente con la fotografía de la procesión del Jueves Santo 31 de marzo 1904, y una fotografía antigua de la escultura de la misma advocación de la iglesia de la Merced de la Nueva Guatemala de la Asunción. La crónica, no alude al uso del cinturón y paletina blanca en la vestimenta de los penitentes, típicos de la procesión de Jueves Santo de Jesús Nazareno de Candelaria, detalle que nos permite conocer que en un principio estos elementos estaban ausentes del uniforme que cobraron vigencia posteriormente, así como después, el uso del singular casco forrado de la misma tela que la túnica de sus devotos.

Es interesante en aquellos años la presentación de adornos eran semejantes entre las andas de Jesús Nazareno de las iglesias de la Merced y Candelaria, utilizando los mismos recursos, según podemos deducir del análisis comparativo de relatos y fotografías como elementos de prueba, que nos permiten jugar con las imágenes y así darnos una idea de los adornos de aquellos años de Jesús de Candelaria, basados en dos fotografías tomadas por José García Sánchez. Una de la procesión de Jesús Nazareno de la Merced y la otra de la consagración de Jesús Nazareno de Candelaria. Ambas identificadas por el ahora difunto devoto de ambas esculturas y descendiente directo de dicho fotógrafo; don Carlos García Zebadúa. (Fotografías originales de José García Sánchez y fotomontaje de Manuel Morales Hernández.) 

Este análisis comparativo de imágenes y relatos, también permite probar el nacimiento de un tipo de negocio consistente en el alquiler de los adornos para altares y procesiones muy propio de nuestro país.

En este año de 1898, las procesiones de nuestro país habían crecido a tal extremo en el ideario nacional que dieron lugar a su remedo bufo con el objetivo de denunciar los malos manejos de la administración pública estatal, naciendo así la llamada Huelga de Dolores, cuyo primer desfile salió del edificio que ocupa actualmente el museo de la Universidad de San Carlos, luego de haberse dado lectura: “Al no nos tientes”, que es una paradoja de los llamados “Testamentos de Judas”, documentos elaborados en barrios y pueblos que delataban ascpectos de la vida privada de vecinos y funcionarios de las distintas localidades del país.

El crecimiento de las manifestaciones públicas de grupos conservadores y revolucionarios, también dio lugar al surgimiento de “Las Minervalias” (1899 -1919) fiestas organizadas por el gobierno para reproducir en la juventud las ideas de libertad y progreso propias del Estado Liberal, por medio de desfiles cívicos y actos asociados, que eran aprovechados para reproducir el sistema de ideas convenientes al capitalismo mundial y gobierno local, para ampliar el conocimiento de las mismas se recomienda la lectura de la obra de Mynor Carrera Mejía. Minerva en el Trópico: Fiestas escolares durante el Gobierno de Manuel Estrada Cabrera, Guatemala, 1899-1919. Editorial Caudal, Guatemala, 2005.

El ímpetu del crecimiento de las procesiones que debió competir contra estas otras dos formas de desfiles uno bufo y el otro cívico, se fue imponiendo como un espacio de identidad entre los guatemaltecos.


Jueves Santo 20 de marzo de 1899

Los datos de este año figuran el diario La República. Año IX. II Época. N° 2215. Guatemala, lunes 3 de abril de 1899, p. 2, que nos relata: En la misma noche recorrió larguísima carrera la procesión de Jesús de Candelaria, en la que como en todas las demás reinó el orden más perfecto.

Este fue el primer año que las procesiones tuvieron que competir en el ideario citadino de Guatemala contra la Huelga de Dolores que las remedaba y las Minervalias. Esta razón llevó al esmero en la ornamentación de las andas, que eran encomendadas a los altareros pero en los desfiles sacros participaba también como hoy en día gran cantidad de escolares y universitarios, que ya por generaciones habían sido devotos de Jesús de Candelaria.

Esta necesidad marcó la presencia en la confección de altares de iglesia a escenógrafos del Teatro Carrera, que naturalmente sorprendían al público con sus atrevidas creaciones, especialmente en el ramo de los altares y monumentos de culto interno, que les daba más espacio para sus obras en las que utilizaban revolucionarios inventos como la electricidad, el papel en pliegos, las pinturas industriales, etc.

Jueves Santo 12 de abril de 1900

El desarrollo de la procesión del último año del siglo XIX de Jesús de Candelaria quedó registrada en la crónica de Semana Santa, publicada en el diario La República. Año X, II Época. N° 2512, Guatemala,16 de abril 1900 p.2. Esta evidencia nos permite concluir una primera década que manifestará cada vez más crecimiento en la procesión que sigue vigente después de 115 años de haber sido reorganizada la Hermandad de Jesús Nazareno de Candelaria que en el 2013, conmemorará los 450 años de haber sido confeccionada su escultura patrona, sea un mito o una realidad ya se celebró su IV Centenario, convirtiéndose el hecho en parte fundamental como elemento de cohesión social de un barrio que se proyecta a la ciudad y el país que se une a través de una escultura que sigue viva, especialmente cada Jueves Santo.

Tomado del Libro Crónicas y Recuerdos de Jesús Nazareno de Candelaria Escrito por: Dr. Fernando Urquizú y Erick Espinoza. Escuela de Historia - Universidad de San Carlos, CIAG.

Información adicional

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