Sexto Día de Novena al Señor Sepultado, Con Fervor y Devoción a tu Consagración

¡Jesús mió, muy amado! Esperemos en Vos que nos miréis con ojos de Padre amoroso, como mirasteis a las piadosas hijas de Israel, cuando honraban y adornaban el santo sepulcro, velando con amorosa piedad vuestro cuerpo martirizado. Ella rodearon vuestro sepulcro con solicitud cristiana, esperando con fe, según vuestra promesa, el momento dichoso de la Resurrección. Estas mujeres no sienten el cansancio, porque esperan; no sienten hambre, porque están satisfechas con el cumplimiento de su deber; no sienten sueño, porque las desvela el afán de serviros y las fortalece la fe en vuestra divina palabra. ¡Quien pudiera velar vuestro reposo ¡ ¿Quién pudiera tener méritos bastantes para gozar de vuestra presencia bendita! Poned, Dios mío, en mi alma fortaleza para resistir las malas pasiones; caridad para perdonar los agravios; fe para pediros que me concedáis la gracia que con tanta necesidad os pido. AMEN.