Viernes santo 6 de abril de 2012. Jesucristo la puerta de la fe, alegoría del anda del Cristo del Amor

Viernes santo 6 de abril de 2012. Jesucristo la puerta de la fe, con ese significado recorrió las calles el Señor sepultado. Sobre un basamento de estilo renacentista, con detalles inspirados en la capilla Sixtina una puerta abría el ornamento, metáfora de los brazos abiertos de Cristo a los que viven en El, seguidamente una fuente donde brotaba agua, símbolo del bautismo en donde inicia el camino de la fe. Al centro un detalle iconico de la capilla Sixtina, Dios creando al hombre a su imagen y semejanza, sobre este elemento descansaba la urna en cuyo interior reposaba el Cristo del amor estrenando túnica color azul oscuro.

En la parte posterior se representó la fe, luciendo sobria para dar prioridad al signo por excelencia que es Jesucristo, el rostro humano de Dios. La fe sostenida por el cuerpo y la sangre del Señor abraza la cruz emprendiendo su ministerio y haciéndose participe de los sufrimientos de Cristo da testimonio de entrega y levanta a su vez el estandarte de su gloria con la firme certeza de haber vencido al mal y a la muerte. A los pies y cabeza del Señor conjuntos florales representaban a los mártires que han entregado su vida como testimonio de la verdad del evangelio. En la parte final del anda los emblemas pontificios de Juan XXIII y Pablo VI que iniciaron y concluyeron el concilio Vaticano II respectivamente, complementaron el decorado faroles como representación del folclore del pueblo guatemalteco.

El adorno de la Santísima Virgen con elementos similares al del Señor. A lo largo y ancho del trono procesional se desarrolla un basamento de estilo renacentista, con pinturas inspiradas en la Capilla Sixtina. Abre el ornamento un letrero en donde se lee: “bienaventurada porque ha creído”, junto a éste un manto, una estrella y una azucena que nos recuerdan el momento de la anunciación del Arcángel Gabriel y de la encarnación. Se representa a Santa Isabel, quien llena del Espíritu Santo en el momento de la Visitación pronuncia la frase con la que los cristianos veneramos a Nuestra Señora, “Bendita entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre… Bienaventurada por haber creído…” Posteriormente se ve una puerta coronada con la representación del Espíritu Santo, el que descendió sobre Nuestra Señora, le revela la voluntad del Padre, la convierte en morada del Hijo y la hace su compañera indisoluble sosteniéndola durante toda su vida y caminar en el recorrido de la historia de la salvación. Se aprecia también al esposo de Santa Isabel, Zacarías, ataviado con la propia vestimenta de un sacerdote judío, a quien el mismo Padre le revela el milagro de la concepción de Juan Bautista como “el que preparará el camino del Señor”.

Complementan el decorado arreglos florales como ofrendas del pueblo guatemalteco que de corazón mariano es devoto de la Mujer de fe. Después de muchos tiempo, las esculturas de los Santos Varones abren el cortejo mariano, tal y como lo narra el manuscrito “Liber Aureus” de principios del Siglo XX.
La Santísima Virgen lució el traje de Los Lirios estrenado en 1993, conservado en muy buen estado. Su rostro y cuello fueron enmarcados por un discreto encaje de una suave tonalidad marfil y que le sentó de una forma muy favorable al rostro pálido que posee. De una de sus mangas colgaba el escapulario vinculado con la orden de los Siervos de María, que extendió la devoción a los dolores de la Virgen y que hoy sabemos que sí tuvieron presencia en nuestro país durante algunos años.
Fotos de Eddy García, Luis Ortega, Mario Noriega

Texto: Santo Domingo Ayer, Hoy y Siempre, Agradecimiento especial a Michelle Pinsker.