HIstoria de la Asociación de Cruzados del Santo Sepulcro del Templo de la Recolección

En nuestro país, las congregaciones religiosas han mantenido vivas nuestras costumbres, como lo son las procesiones cuaresmales; no podemos referirnos a ellas por la antigüedad, si no que por su trabajo; ese trabajo que para muchos pasa desapercibido, ya que como única característica de ello es la demostración de fe que año con año estas entidades realizan.

En este trabajo arduo y fatigoso al servicio de la causa religiosa tradicional de nuestro pueblo, los hombres que intervienen en ella se sienten satisfechos por los logros y adelantos que se vienen realizando cada vez con más esplendor desde ya tanto tiempo.

La Hermandad de la Consagrada Imagen de Jesús Nazareno del Consuelo y la Asociación de Cruzados del Santo Sepulcro poseen imágenes inspiradas en el consuelo y dolor que manifestó nuestro Señor Jesucristo y que se cree que fueron talladas por Juan Lanuza a principios del siglo XIX, son el incentivo más grande de entrega que sus miembros han tomado para si, hasta llevarlas al lugar que hoy tienen.

Cuando corría el año de 1950, llegó a la Iglesia Franciscana de la Recolección el Reverendo Padre Fray Miguel Ángel Murcia, un sacerdote habido de progreso y entrega a su ministerio, el cual al ver las necesidades, penas y problemas que afrontaban las personas que ayudaban durante las actividades cuaresmales, se impuso el trabajo de formar y organizar una asociación que se encargara de ello y que se rigiese por sus propios estatutos; no fue sino a principios de 1955 cuando reunió a un grupo de hombres dispuestos a colaborar por las imágenes de pasión, siendo fundada en ese año La Hermandad de Jesús Nazareno  del Consuelo y la Asociación de Cruzados del Santo Sepulcro.

Pero la Asociación de Cruzados del Santo Sepulcro se conforma en una noche lluviosa del mes de septiembre. Al finalizar la misa de las seis de la tarde en el templo de la Recolección, se reúne un grupo de hombres vecinos de este barrio, citados por el párroco del templo, fray Migue Ángel Murcia Muñoz, aquel miércoles 21 de septiembre del año 1955. Importante mencionar, que Fray Miguel Angel decide organizar una agrupación que se hiciera cargo de las actividades de la Semana Santa y pensó especialmente que se dedicara a los actos propios de Viernes Santo con la imagen impresionante del Cristo Yacente o Señor Sepultado como le conocían en el barrio. Como fraile franciscano y su vínculo con los Santos Lugares en Jerusalén, concibe la idea de crear una agrupación que al inicio llamó Caballeros del Santo Sepulcro, y es así que inicia los trámites para obtener el permiso correspondiente para organizar en Guatemala una entidad con características similares a las de España e Italia. Ya con la aprobación, reúne al grupo de varones que demostraban su piedad, devoción, acendrada fe y colaboración, y que por muchos años realizaban las procesiones de Jesús Nazareno y del Señor Sepultado de este templo recoleto.

Entre sus iniciadores figuran las siguientes personas: Fernando Mata, Rodolfo Rodríguez, Jesús Trujillo, Rafael Vilela, Carlos Roberto Molina, Rodolfo Herrera Trejo, Luis López, Jacobo Gutiérrez, los hermanos Pratdezaba, Arturo Anleu y otros. Al haberse reunido este grupo empezaron a llegar otras personas que aumentaron el número del mismo a cuarenta las cuales comenzaron a trabajar por la naciente agrupación cristiana.

El empuje de Fray Miguel y el deseo de superación de la nueva institución, hicieron que durante 1955 se gestionara ante Don Mario Ruata Asturias el préstamo de un anda color nogal de 50 brazos (por carecer de un anda adecuada), que era utilizada por la Asociación de devotos de Jesús Nazareno de San José, en la que la Asociación de Cruzados realizó el primer recorrido procesional con la venerada imagen del Señor Sepultado.

En 1956 el Señor Guillermo Pira y los Hermanos Gutiérrez donaron la madera de ciprés y caoba que seis meses después se convertiría en la bellísima anda del Señor Sepultado. Esta fue bendecida el 31 de marzo de 1957 y exhibida en el Pasaje Rubio.

En 1961 se estrenan las marchas “Sudor de Sangre” y “Jesús del Consuelo” inspiración de Fray Miguel Ángel Murcia; a esta última el poeta y periodista Mario Sandoval Figueroa le escribió letra. En 1965 se estrenaron las siete  palabras utilizadas en la procesión de Viernes Santo.La actividad central que se manifiesta en la Hermandad, es el culto que viernes a viernes se ofrece a las imágenes de pasión por parte de sus integrantes. Aparte de la vista de los viernes, la Hermandad participa en actividades liturgicas, deportivas,  obra social y  velaciones.