Los primeros años de los 50 y Monseñor Mateo Perrone

Los primeros años de los 50 y Monseñor Mateo Perrone

 La confrontación en el plano nacional entre materialistas e idealistas que se agudizó durante el gobierno del doctor Arévalo (1945-1951), alcanzó una nueva dimensión de proporciones insospechadas cuando asumió el poder político de la nación el nuevo mandatario electo democráticamente, el coronel Jacobo Arbenz el 15 de marzo de 1951 con el objetivo primordial de ahondar las reformas revolucionarias, especialmente la Reforma Agraria.

El domingo 2 de abril de aquel año a menos de un mes de haberse instalado en el poder político, las autoridades eclesiásticas habían

convocado a una concentración masiva de personas para cerrar el "Año Eucarístico" que contaría con la presencia de gran número de destacadas personalidades eclesiásticas y en un punto especial del programa se escucharía en directo por medio de una transmisión radiofónica desde el Vaticano, la voz del Romano Pontífice Pío XII.34

El punto de la reunión fue, el ahora monumento a las Comunidades Lingüísticas del país, situado al Sur de la ciudad sobre el actual bulevar Liberación, que decorado convenientemente con una gran cruz sobre una enorme bandera nacional colocada encima del monumento a manera de corona, simbolizaba el triunfo del cristianismo sobre las doctrinas ateas.

El discurso del Papa Pío XII, se constituyó en una fuente de inspiración de rechazo al materialismo que para entonces no era comprendido a cabalidad, el público en general se aferró a sus tradiciones que eran vistas por los modernistas ateos como el opio del pueblo, perdiendo de vista totalmente que las cofradías, hermandades y asociaciones religiosas constituyen la base de la unidad nacional, situación que pronto se vio reflejada en reagrupamiento de estas entidades encabezadas por curas de gran confianza del arzobispo Mariano Rossell.

Monseñor Mateo Perrone, confirmado como párroco de la iglesia del Calvario de la Nueva Guatemala de la Asunción en 1950, quien reorganizó la Hermandad Cruzados de Cristo en 1956. (Fotografía firmada UA, El Pueblo. Semanario, Guatemala, 1931. p.4).

En este proceso de reorganización de la iglesia fue confirmado como párroco de la iglesia del Calvario monseñor Mateo Perrone, quien comenzó un restablecimiento de la Asociación Cruzados de Cristo desde sus bases de formación propia para apoyar la política general de la Iglesia Católica local y la romana.

Esta reorganización fortaleció aún más el antiguo esplendor de ya tradicional procesión del Santo Entierro, el día Viernes Santo del Calvario, que incluía, aún en aquellos años, en su cortejo fúnebre los "Misterios Dolorosos del Rosario" destacando la magnífica escultura de Virgen de la Piedad como parte esencial del mismo cuya figura principal era la efigie sagrada del Santo Cristo Yacente en su singular urna de bronce y cristal, orgullosamente hecha en nuestro país por artistas y artesanos guatemaltecos, como hemos probado oportunamente, mientras la imagen de la Santísima Virgen daba un toque español al cortejo.

 34 El Imparcial. Año XXIX, N º 9889. Guatemala 1 de abril de 1951. p. 1. Figura el titular “Mañana habla el Papa al pueblo”

 Tomado del Libro Crónicas y Recuerdos Del Santo Cristo Yacente Del Calvario De La Nueva Guatemala De La Asunción Escrito por: Dr. Fernando Urquizú y Arq. Mario Ubico. Escuela de Historia - Universidad de San Carlos, CIAG.